Diez cosas que hace un líder inteligente para lidiar con los empleados que no cumplen

Diez cosas que hace un líder inteligente para lidiar con los empleados que no cumplen

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Una de las partes más difíciles del liderazgo es lidiar con personas que no rinden bien. Tienes que hacer el trabajo difícil y doloroso de discutir las deficiencias de un empleado y luego descubrir cómo solucionarlas.

Aquí hay diez cosas que un líder inteligente no descuidará cuando maneje a un empleado que no rinde.



1. Evalúan los hábitos de trabajo a largo plazo del empleado.

Existe una gran diferencia entre un empleado que constantemente no cumple con los estándares de desempeño y un buen empleado que ha sufrido una caída. Un buen líder se asegurará de observar a cada empleado y la situación de cada empleado, individualmente.



Utilice métricas, informes pasados ​​e historial de desempeño laboral, además de su propia experiencia personal con el empleado, para determinar si está lidiando con una persona que no desempeña constantemente o con un tiempo estresante, desenfocado o sobrecargado que mantiene un buen desempeño empleado de hacerlo bien.

2. Escuchan primero y hablan después.

Un buen líder no asume que conoce las causas subyacentes del incumplimiento. Es hora de convocar una reunión y escuchar. Puede pensar que conoce la causa o la frustración o los malos hábitos, pero hasta que no lo escuche de su empleado, realmente no puede estar seguro.Publicidad

Siéntese con su empleado y pregúntele cómo va el trabajo. Pide frustraciones. Pregunte sobre los problemas. Pregunte sobre el progreso. Averigüe si su empleado está al tanto de los problemas de desempeño o no.



3. Comparten problemas y ejemplos específicos.

Un líder inteligente sabe que la retroalimentación genérica solo frustrará y confundirá a un empleado que no funcione. Lo más probable es que la persona que no se desempeña ya esté abrumada y no esté segura de cómo mejorar. Simplemente lanzando comentarios como, realmente necesita hacerlo mejor, o, asegurémonos de que este próximo trimestre sea mejor que el anterior, no proporciona ningún paso específico y práctico para que su empleado tome.

En su lugar, comparta las formas específicas en las que desea que su empleado cambie y mejore. Proporcione cifras concretas para áreas específicas de responsabilidad para que su empleado sepa exactamente lo que está buscando y si está cerca de la meta.



4. Llevan un registro del progreso.

Un líder inteligente sabe que una sola reunión o charla no será suficiente para cambiar los viejos hábitos. Si su empleado tiene una tendencia a largo plazo a no cumplir con los estándares, se necesitará tiempo y ayuda continua para cambiar esos hábitos.

Para brindar el tipo de ayuda adecuado, necesita saber qué progreso está logrando su empleado y dónde aún se está quedando corto. Lleve un registro de los números y el desempeño en las áreas específicas que le ha dado al empleado para que trabaje. Los que todavía están por debajo de los estándares le mostrarán dónde debe intervenir y brindar más ayuda e instrucción.Publicidad

5. Animan.

El estímulo es importante, especialmente cuando un empleado está trabajando duro para superar viejos hábitos, una situación estresante o una carga de trabajo particularmente pesada. A medida que realiza un seguimiento del progreso que su empleado está logrando, o no, busque áreas en las que pueda brindarle aliento.

El aliento es diferente a la alabanza. El elogio es una respuesta positiva a algo ya hecho o completado: ¡Excelente trabajo en ese informe! El estímulo es una respuesta positiva a algo que se está haciendo, algo en progreso: está haciendo un buen progreso y sé que el informe será excelente.

6. Se ocupan de las preocupaciones del empleado.

Un líder inteligente no ignora los problemas que plantea un empleado. En cambio, un buen líder examinará los problemas y determinará qué se debe arreglar o cambiar.

En su reunión inicial con su empleado que no trabaja, ¿cuáles fueron los problemas, frustraciones o cuestiones que mencionó? No los descarte como despotricaciones de un empleado perezoso. Dedique algún tiempo a investigar las cosas y descubra si los problemas son reales y cómo se pueden resolver.

7. Realizan un seguimiento con regularidad.

Un buen líder no deja solo a un empleado con problemas para que averigüe qué debería suceder a continuación. Dado que su empleado está luchando, es importante que se registre regularmente para hablar sobre los problemas y el progreso.Publicidad

Su empleado necesita saber que usted está ahí para ayudar y que tampoco lo olvidará y dejará que vuelva a sus viejos hábitos. Una reunión de seguimiento periódica le permitirá animar, hacerle saber a su empleado que está lidiando con problemas y problemas, y hablar sobre cómo seguir mejorando en áreas en las que falta progreso.

8. Motivan.

Un líder inteligente sabe que a veces la automotivación simplemente no es posible. Si su empleado está lidiando con problemas personales o se siente abrumado por lo que se requiere de él o ella, debe ayudarlo a motivarlo.

¿Qué le importa a su empleado? Es dinero? ¿Más días de vacaciones? ¿Más flexibilidad? ¿Reconocimiento de pares? ¿La oportunidad de trabajar en proyectos más interesantes? Descubra qué es lo que realmente entusiasma a su empleado y luego ayúdelo a ver cómo la mejora del desempeño puede permitir que sucedan esas cosas. A veces, todos necesitamos una zanahoria colgando que nos ayude a seguir adelante.

9. Aportan formación y recursos.

Un buen líder no dejará solo a un empleado sin capacitación o carente para resolverlo. Hacerlo no solo retrasará el desempeño que necesita, sino que también frustrará y desanimará a su empleado.

A veces hay personas excelentes que están dispuestas a hacer el trabajo, pero simplemente no están equipadas para hacerlo. Si es necesario realizar una capacitación, programe una hora, un lugar y una persona calificada para que se lleve a cabo. Si faltan recursos, o son muy pocos, haga lo que pueda para aportar más, de modo que haya suministros, herramientas y conocimientos adecuados para realizar el trabajo.Publicidad

10. Saben cuándo ponerle fin.

Un líder inteligente no evita lo inevitable. Si ha trabajado con su empleado, proporcionó lo necesario, resolvió los problemas y proporcionó comentarios y seguimiento buenos y específicos, ¿qué queda? Si el empleado aún no está dispuesto o no puede desempeñarse, podría ser el momento de terminar la relación laboral.

Nunca es divertido dejar que alguien se vaya de un trabajo, pero si su empleado no está capacitado o no está interesado en hacer el trabajo, no le está haciendo un favor a nadie al extender el empleo. Libere a su empleado, y a usted mismo, para seguir adelante y progresar, incluso si eso significa separarse.

Crédito de la foto destacada: Abrir caja a través de flickr.com

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