8 razones por las que los niños se portan mal (¡con soluciones!)

8 razones por las que los niños se portan mal (¡con soluciones!)

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Una de las expresiones más comunes que se puede escuchar a los padres decir es: No entiendo por qué él / ella está haciendo eso. Hay ocho razones muy comunes por las que los niños se portan mal. Es extremadamente útil que los padres sepan esto porque si pueden identificar la causa raíz de la mala conducta, pueden tener más éxito en reducirla.

A continuación se enumeran las ocho razones más comunes por las que los niños se portan mal y una solución para ayudar a reducir o eliminar el problema:

1) Quieren probar si los cuidadores harán cumplir las reglas.



El trabajo principal de los niños es descubrir cómo funciona su complejo mundo. Para dominar las cosas que necesitan en cada nivel de desarrollo, pondrán a prueba a sus padres. Literalmente están tratando de ver dónde están los límites, o si existen. Aunque las pruebas son frustrantes para los padres, deben saber que es normal y que esta es su oportunidad de marcar una diferencia en la vida de sus hijos.



¿Cómo? Estableciendo límites y límites y cumpliéndolos constantemente. De esta forma, sus hijos adoptarán valores positivos y ganarán autoestima.

2) Experimentan diferentes conjuntos de expectativas entre la escuela y el hogar. Publicidad

La coherencia es muy importante para que un niño se sienta seguro y pueda tener una comprensión cómoda del mundo y de cómo funciona. Si reciben mensajes contradictorios del hogar y la escuela, se sentirán incómodos por dentro y lo expresarán a través de más pruebas de lo normal y sentirán una sensación interna de estrés.



Lo mejor que pueden hacer los padres es aprender un método simple para disciplinar y luego tener una conversación con el maestro de su hijo. Durante esta conversación, los padres deben explicar su método y preguntar cómo maneja el maestro las situaciones. El objetivo es intentar usar algo del mismo idioma tanto en la escuela como en casa. Con un mensaje claro y coherente, los niños estarán a la altura de las expectativas y serán más felices en el proceso.

3) No comprenden las reglas o están sujetos a expectativas que están más allá de sus niveles de desarrollo.
A veces, las expectativas de los padres van más allá de las capacidades de sus hijos. Las estrategias de disciplina y orientación siempre deben tener en cuenta el nivel de desarrollo del niño. Por ejemplo, no sería razonable decirle a un niño de 2 años que limpie su habitación y esperar que termine el trabajo. A esta edad, los niños necesitan mucho apoyo y orientación para realizar un trabajo como este.



Leer libros sobre lo que los niños pueden hacer a cada edad es útil con este problema para que los padres puedan saber qué es lo que es apropiado para el desarrollo que esperan de su hijo.

4) Quieren afirmarse a sí mismos y a su independencia.
Los niños comienzan a mostrar su deseo de una mayor independencia alrededor de los dos años. Empiezan a querer tener control sobre ciertas áreas de su vida para poder sentirse capaces e independientes. Los niños no tardan mucho en identificar las áreas que PUEDEN controlar, para disgusto de los padres. Situaciones como comer, dormir, cepillarse los dientes y vestirse son excelentes ejemplos de momentos en los que los niños reconocen su poder para molestarlo y, por lo tanto, hacer que se sientan en control.Publicidad

¿Cuál es la solución? Déles muchas opciones en su vida diaria para que se sientan en control de su vida de otras formas más positivas. Además, es clave aprender un método simple y amoroso de disciplinar para que la mala conducta se solucione fácilmente, sin necesidad de ninguna emoción. Sin emoción, no hay razón para que el niño quiera rebelarse para ganar control.

5) Se sienten enfermos, aburridos, hambrientos o somnolientos.

Cuando las necesidades básicas de los niños no se satisfacen con regularidad todos los días, siempre es más probable que se porten mal, lloren, hagan un berrinche, etc.
La solución a esto es simple: tenga una rutina en la que el niño coma, tenga tiempo de juego individual, tiempo de juego o interacción entre padres e hijos y duerma.

6) Carecen de información veraz y experiencia previa.

Cuando los niños hacen algo como cruzar una calle por primera vez, no saben que se supone que deben mirar a ambos lados, por lo que todos sabemos que debemos explicarles que miren a la izquierda y a la derecha, etc. Sin embargo, la misma técnica debe aplicarse a situaciones disciplinarias. Los niños repetirán un comportamiento una y otra vez hasta que tengan información precisa sobre lo que deberían estar haciendo en su lugar y la experiencia previa de la consecuencia si continúan con el comportamiento.Publicidad

Es extremadamente importante usar un lenguaje claro y conciso que indique lo que deben hacer en lugar de lo que no deberían hacer. Es mejor decir, lleve esto con cuidado, en lugar de, no deje esto. En otras palabras, déles algo para usar como conocimiento previo para la próxima vez.

7) Han sido previamente recompensados ​​por su mala conducta con la atención de un adulto.
Ningún padre pensaría jamás en recompensar intencionalmente el mal comportamiento, pero ocurre sutilmente con bastante frecuencia.

Recuerde, la atención negativa sigue siendo atención, así que si se portan mal y sus padres les gritan o les dan nalgadas, acaban de ser recompensados.

Si el niño se queja, llora o hace un berrinche y mamá o papá finalmente ceden para hacer que se callen, simplemente han sido recompensados.

¿La solución? Di lo que esperas sin emoción y luego sigue de manera constante si continúan con el comportamiento negativo. Las dos claves aquí son: sin emoción y poca conversación.Publicidad

8) Copian las acciones de sus padres.

El mejor maestro de cómo comportarse mal o actuar y hablar de manera inapropiada es ver a mamá o papá comportarse mal o actuar y hablar de manera inapropiada. Recuerde, lo que los niños ven y experimentan en el hogar es lo que es normal. Entonces, si ven a mamá y papá gritando, gritarán. Si les dan una palmada, probablemente usarán los golpes para expresar su enojo o frustración. Si escuchan, ¿qué? en lugar de perdón? eso es lo que usarán. ¿Cómo podemos esperar algo diferente?

Aunque no siempre es sencillo, los padres deben considerar la paternidad como una lección de vida para el crecimiento personal. Siempre digo que los niños pueden convertir a los padres abiertos y dispuestos en los mejores seres humanos del mundo porque tienen la oportunidad de practicar ser lo mejor de sí mismos todos los días del año. Ver la crianza de los hijos de esta manera hace que sea más fácil identificarse a sí mismo con más frecuencia y comenzar a demostrar un buen comportamiento al modelarlo.

Imagen: MagnusRules

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